“Txotx!” Detrás de este grito milenario al beber sidra, se esconde parte de la cultura gastronómica vasca. Es bien sabido que a los vascos y a las vascas nos gusta el buen comer, pero, ¿sabemos de dónde provienen nuestras costumbres gastronómicas?. Probablemento no.
Desde Domiko vamos a hacer un repaso por la primera aparición de la sidra en Euskadi y la creación de las sidrerías o, mejor dicho, sagardotegis, donde por vez primera se unió el txuleton con la sidra.
De los caseríos gipuzkoanos, al plato
Antaño, muchos de los baserris de Gipuzkoa eran propietarios de manzanos, sobre todo en la zona de Donostialdea. De ahí que comenzaran a elaborar el jugo de manzana o sidra vasca. Con el tiempo fue adquiriendo tal popularidad que amistades y vecinos/as se trasladaban de uno a otro baserri para probar un culo de sidra y valorar así, cuál era la mejor.
El bien preciado se guardaba y acumulaba en barricas, lo que en euskera denominamos como kupelas. Se hacía un agujero en las mismas y de ahí manaba el líquido a borbotones, que acababa rompiendo en el vaso del sediento o de la sedienta en cuestión. ¡Y a saborear la sidra!
Aunque esto no es el fin de la tradición, de hecho, ¿no se nos olvida un pequeño detalle? Si no cerramos el agujero perforado de la kupela, toda la sidra se echará a perder, por lo que es necesario introducir en él un palillo, que es el que da nombre al ancestral grito vasco de “Txotx!” que sirve para designar el deseo de probar la sidra.
Menú Txotx!
Hoy día en cualquier sagardotegi puedes vivir una experiencia gastronómica sin igual. Y, aunque la fiesta de la sidra, con el tiempo, se ha ido perfeccionando, no ha cambiado su modus operandi principal; las barricas se aglutinan cerca de las mesas de los comensales que, mientras disfrutan de un buen txuleton a la brasa y de una tortilla de bacalao, van sirviéndose a placer.
Recuerda que la sidra vasca ha de tomarse de un trago rápido, sin pensar, pero siempre a pequeños sorbos, pues el alcohol, aunque en bajas cantidades, no deja de estar presente.
Si deseas disfrutar de una buena fiesta en la sidrería, el momento perfecto es entre enero y mayo. Pero cualquier día será mágico si te pasas por nuestra tienda en Zarautz y compras una botella de sagardo gipuzkoano junto con un txuleton de vaca.
