Esta es una receta magnífica que rescatamos del recetario de Nicolasa Pradera (link a bio), que publicó en uno de los libros de cocina con más impacto del siglo 20 a nivel nacional: La cocina de Nicolasa. Nosotros en Domiko hemos decidido rendir homenaje a esta maestra de los fogones y revolucionada de la cocina. Por ello hemos rescatado este guiso pero actualizándolo a los tiempo modernos. Tal y como Nicolasa haría.
Nivel de dificultad 2,5/5
Ingredientes:
- Carne de cordero de calidad Domiko.
- Cebolla, Puerro, Nabos tiernos, Zanahorias
- Patatas
- Harina
- Vino blanco, caldo de verduras
- Salsa de tomate
- Perejil, ajo y pimienta blanca
Manos en la masa:
Pide en Domiko que corten el cordero en trozos con forma de dados, de un buen tamaño, como para guiso. Saltea primero esos trozos en una cacerola, y cuando ya queden marcados o con un color dorado reservamos en un plato aparte.
En la cacerola que has utilizado para dorar la carne de cordero pon la cebolla, el puerro los nabos tiernos y las zanahorias a pochar. Hazlo a baja temperatura para que no se frían. Cuando ya se hayan hecho, retira las zanahorias y los nabos para echar una cucharadita de harina sobre el resultante. Remueve un poquito hasta que la salsa la absorba toda.
Una vez haya incorporado la harina, echa un vaso de vino blanco hasta que se reduzca. Posteriormente añade dos cucharadas de salsa de tomate y caldo. Cuando ya se haya hecho bien, pásalo por un chino. Salpimenta y añade perejil y ajo picado junto con unas patatas cortadas en dados medianos y las zanahorias y nabos tiernos que has separado anteriormente.
Mantén a temperatura media durante una media hora y añade finalmente la carne de cordero. Cuando notes que el cordero está tierno y comienza a desmecharse, el plato estará listo.